Una broma del destino, una melodía acelerada y canciones (de guerra) que parece que nunca acaban. Como una canción de Amaral, para quienes quieran vivir, gritar y sentir el universo sobre ellos, este programa les va a dejar exhaustos. En The Planets, Gustav Holst pone en órbita a nuestros vecinos en un sinfín de sugerentes colores y recursos, con reminiscencias de Schoenberg y Debussy, asociados a sus correspondientes astrológicos: Marte y la guerra, el misticismo de Neptuno, la magia en Urano o la paz de Venus… Prepárense para orbitar, ustedes también. «La luna os da su claridad. Los clarines y tambo- res os dan su música, y mi corazón, oh soldados veteranos, mi corazón os da su amor». Vaughan Williams, quién también vivió los horrores de la guerra, recurrió al naturalismo de Walt Whitman (a la luz de la luna, una mujer llora por su hijo y su marido, caídos en el frente) para realizar su particular ofrenda de paz: Dona nobis pacem, una espectacular cantata antibelicista, sublime trabajo coral y precursora del War Requiem britteniano.