MADRE RUSIA

Los estragos de las batallas pasadas vistos desde los tiempos de la nueva guerra. El héroe que regresa, como tantas veces regresó Prokofiev a su país, aquí con una de las más fascinantes cantatas que escucharse puedan, donde el patriotismo se siente a flor de piel y llevado a la gran pantalla por Sergei Eisenstein. Todo a través de una suerte de acorazado llamado Alexander Nevsky, semidiós nacional de una Rusia en la que, tras su llegada, «no queda enemigo alguno. ¡Alégrate y canta madre Rusia!». Un regalo disfrutar además de la denostada Merlín , ópera de Albéniz, así como de una de las piezas más conocidas de Saint-Saëns, su Concierto para violín nº3, en manos del afamado Joshua Bell. Fue escrito para mayor gloria del pamplonés Pablo Sarasate, quien en seguida lo calificó de «joya». Con un protagonismo absoluto del instrumento solista, de palpitantes melodías y arrollador virtuosismo, el violinista rogó al editor del compositor que nadie lo tocase antes que él.