AL PONERSE EL SOL

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Sinopsis

Cuando la Reichmusikkamer solicitó a Bartók que demostrase su pureza racial para poder encargarle una nueva obra, este miró hacia el Oeste, allí donde se pone el sol, para continuar–y terminar–su carrera y su vida. Los Estados Unidos supondrían su frío exilio. Huir, escapar del horror nazi. Al mismo tiempo que la idea se volvía una realidad, su Concierto para violín nº2, que por mucho tiempo se creyó el único de su catálogo, tomó vida. Impecable, se dijo a sí mismo Bartók. Ormandy lo equiparó a los de Beethoven, Mendelssohn y Brahms. A ese lugar donde se pone el sol, los griegos lo llamaban Hemeroscopium. Más una sensación, su percepción, como bien demuestra Antón García–Abril en su obra homónima. Y al final de todo viaje, tras ponerse el sol, uno nuevo siempre aparece. Bien lo sabe Peer Gynt, mientras es acunado por Solveig al final de una historia de Ibsen tan única como inusual en su catálogo y que Grieg elevó hasta la mayor de las emociones posibles gracias a su música.

Intérpretes

Repertorio

Autor Pieza
ANTÓN GARCÍA ABRIL
Hemeroscopium
BÉLA BARTÓK
Concierto para violín nº 2, BB 117
EDVARD GRIEG
Peer Gynt, opus 23, selección

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Entradas

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