Merece estudiarse en profundidad la contribución de la música inglesa a la divulgación de la obra de Berlioz. De tanto fijarse en él y estudiarlo, casi han terminado por naturalizarlo y por convertirlo en una referencia patrimonial, tanto en los aspectos filológicos como en los interpretativos. Y no hace falta remontarse a los tiempos de Beecham. Más elocuentes han sido los casos de Sir Colin Davis o de Sir John Eliot Gardiner, médiums ambos del lenguaje de Berlioz y artífices de una tradición que se ha extendido a la cualificación de los cantantes. Alice Coote es un buen ejemplo. Más inglesa que la niebla y más «berlioziana» que Regine Crespin. Suya, al cabo, es la responsabilidad de llevar a escena «La muerte de Cleopatra». Y no porque se trate de una versión escénica, sino porque la obra de Berlioz requiere tanta competencia musical como pathos dramatúrgico. Morirse como Cleopatra exige una enorme personalidad. Y Alice Coote la tiene, en la estirpe de las mezzos complejas y polifacéticas, como lo demuestra su afinidad al Barroco temprano (Monteverdi), al Barroco maduro (Handel) y a sus experiencias entre los maestros del lied. Richard Strauss es uno de ellos, aunque el compositor bávaro comparece en este concierto con una de las obras «exentas» (exentas de voz) más repetidas del repertorio sinfónico: «Una vida de héroe», en versión del maestro Sir Mark Elder.
Violeta Urmana sustituirá a Alice Coote, quien ha cancelado por motivos personales sus actuaciones con la Orquesta Nacional de España en los conciertos del viernes 16, sábado 17 y domingo 18 de febrero. Para estos conciertos se mantendrá el programa previsto que figura a continuación.