El paisaje sonoro del exilio mexicano está fuertemente vinculado a la familia de Carlos Prieto, empresario y melómano de origen asturiano, cuyo salón fue frecuentado por los músicos españoles expatriados, así como por otras celebridades del momento, como Carlos Chávez, Erich Kleiber, Darius Milhaud o Ígor Stravinski. Fue este industrial quien animó a su hermana, la joven compositora ovetense María Teresa Prieto, a abandonar España al comienzo de la Guerra Civil. Una vez afincada en México, María Teresa creó un extenso catálogo marcado por la originalidad y la independencia estética. De él forma parte la Sinfonía cantabile (1954), una obra extraviada durante décadas, y que la Orquesta Nacional de España recupera en este concierto, precisamente bajo la batuta del sobrino-nieto de la compositora; el director de orquesta Carlos Miguel Prieto.
La propuesta sonora se completa con la Suite para orquesta (1930) de la pianista y compositora Rosa García Ascot, también exiliada en México. A ella se suman dos pilares de la identidad musical mexicana fuertemente vinculados con España. Se trata de Carlos Chávez —quien acogió a muchos de los músicos españoles refugiados allí— y de Silvestre Revueltas, cuyo compromiso con la causa republicana le llevó a viajar a la península ibérica en 1937, en plena Guerra Civil.
La línea genealógica que une a todos estos músicos desemboca en la compositora Gabriela Ortiz (1964), discípula indirecta de Chávez y heredera de ese lenguaje sincrético, capaz de hibridar la tradición y la vanguardia, lo culto y lo popular, acogiendo sonoridades de diferentes culturas.
Autor | Pieza |
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Rosa García Ascot
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Suite para orquesta [6’]
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María Teresa Prieto
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Sinfonía cantabile [18’]
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Carlos Chávez
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Sinfonía india [10’]
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Silvestre Revueltas
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Redes (suite) [16’]
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Gabriela Ortiz
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Antrópolis [7’]
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José Pablo Moncayo
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Huapango [9’]
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