El programa está formado por obras de Nokuthula Ngwenyama, Robert Schumann y Anton Bruckner
En el octavo programa sinfónico de la temporada 21/22, la Orquesta y Coro Nacionales de España, bajo la dirección de la maestra Xian Zhang, interpretarán Primal Message de Nokuthula Ngwenyama, el Concierto para violonchelo y orquesta en La menor, op. 129 de Robert Schumann y Te Deum, WAB 45 de Anton Bruckner. Además, contaremos con la interpretación solista del violonchelista Nicolas Altstaedt y un cuarteto vocal formado por Valentina Farcas (soprano), Wiebke Lehmkuhl (contralto), Maximilian Schmitt (tenor) y José Antonio López (bajo).
Los conciertos tendrán lugar el viernes 26 y sábado 27 de noviembre a las 19:30h y el domingo 28 de noviembre a las 11:30h en la Sala Sinfónica del Auditorio Nacional de Música. Además, el tercero de los conciertos será retransmitido en directo a través de Radio Clásica.
El Concierto para violonchelo de Schumann es un ejemplo más de la obsesión del compositor por codificar entre sus notas mensajes ocultos, entre los cuales sobresale una y otra vez la declaración de amor hacia su esposa: «cuando escribo música, mi único deseo es pintar ‘Clara’ por todas partes con grandes letras y acordes en la partitura».
La obra Primal Message de la compositora estadounidense Nokuthula Ngwenyam encierra en sí un mensaje inspirado en la emisión al espacio en noviembre de 1974 desde el radiotelescopio de Arecibo (Puerto Rico) de datos esenciales sobre nuestro sistema solar y nuestra especie. Un «mensaje primordial» que en la obra de Ngwenyam habría escogido expresar aspectos «de nuestra inteligencia, nuestras emociones, nuestra bondad».
Intuyendo que la proximidad de su muerte le impediría concluir su novena sinfonía, Anton Bruckner sugirió utilizar su Te Deum de 1884 como movimiento final: una acción de gracias con la que el anciano y devoto compositor parece expresar que la finalidad última de su arte se sitúa en el «más allá». No en vano, cuando se le preguntó cómo saludaría a su amado Dios en el cielo, respondió «le presentaré la partitura de mi Te Deum, y él me juzgará con misericordia».