Los días 12, 13 y 14 de diciembre, la Orquesta Nacional de España interpretará el Concierto para piano núm. 3 de Ludwig van Beethoven junto a obras de dos de los compositores que formaron parte del Groupe des Six: el Concertino para arpa de Germaine Tailleferre y la Tercera sinfonía de Arthur Honegger
El pianista inglés Paul Lewis, reconocido internacionalmente como uno de los músicos más destacados de su generación, debutará esta semana junto a la Orquesta Nacional de España con el Concierto para piano y orquesta núm. 3 en Do menor de Ludwig van Beethoven, obra referencial en la que el compositor de Bonn se distanció notablemente de los modelos anteriores del mismo género, tal como apunta la Doctora en Musicología Teresa Cascudo en las notas al programa: “Lo novedoso es la tensión dramática y el trato expansivo del piano. Podríamos decir que el modelo básico sigue siendo mozartiano, pero su desarrollo es beethoveniano”. Paul Lewis ha realizado grabaciones discográficas de todas las sonatas y conciertos para piano de Beethoven, recibiendo elogios de la crítica y el público de todo el mundo. Recientemente, participó en el Auditorio Nacional en el programa extraordinario del 40 aniversario de la revista Scherzo.
Coline-Marie Orliac, solista de arpa de la Orquesta Nacional desde 2024, protagonizará la segunda obra del programa: el Concertino para arpa de Germaine Tailleferre, en el que la única mujer que formó parte del Grupo de los Seis combina frescura, virtuosismo y humor y muestra su capacidad para integrar la influencia de tendencias modernas en una escritura de apariencia sencilla. El carácter desenfadado de esta partitura contrastará con el tono severo del concierto de Beethoven.
David Afkham, director titular y artístico de la formación, cerrará el programa con una de las obras más influyentes de otro de los autores que formaron el Grupo de los Seis, la Sinfonía núm. 3, H.186 «Litúrgica» de Arthur Honegger, escrita en plena posguerra por encargo de la fundación suiza Pro Helvetia. Teresa Cascudo destaca que “con el tiempo, la Liturgique se ha consolidado como una de las sinfonías más significativas del siglo XX: un tríptico que transforma la experiencia de la guerra en un sobrio discurso musical, cuyo mensaje final se confía no a un acorde triunfal, sino a un gesto frágil, suspendido, donde la paz aparece más como posibilidad que como certeza”.
El octavo programa del Ciclo Sinfónico 2025/26 de la OCNE se enmarca en la línea temática Tras el telón de acero, centrada en el diálogo entre músicos a ambos lados del muro. La Tercera sinfonía de Honegger se interpretó en el Festival Otoño de Varsovia de 1956 y se incluyó en el repertorio de la Filarmónica de Leningrado de Yevgueni Mravinski, convirtiéndose en uno de los escasos y más reseñables puntos de encuentro entre las sensibilidades artísticas de Occidente y Europa del Este.
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