Evento finalizado
Cuando Berlioz estrenó su Sinfonía fantástica en 1830 apenas habían transcurrido tres años desde la muerte de Beethoven. Sin embargo, el salto operado por esta visionaria obra con respecto a la tradición romántica temprana fue de tal magnitud, que un enfurecido Mendelssohn escribió a su madre refiriéndose a ella como una «caricatura pervertida» que movilizaba «medios orquestales exagerados ... para expresar nada más que tonterías, gruñidos, gritos, y alaridos de un lado a otro». Dispuesto a enmendar este despropósito –pero seducido sin duda por el aquelarre berliozano–, se puso de inmediato a poner en música una concepción más domesticada de lo demoníaco en su sinfonía-balada La primera noche de Walpurgis.
No seremos nosotros quienes privemos al espectador de su derecho a dirimir los méritos respectivos de cada obra, pero sí le instamos a poner en suspenso el juicio de Mendelssohn, pues entre las ensordecedoras campanas, bombos, oficleidos y serpentones que Berlioz puso en juego en su obra, se oculta un impulso poético tan poderoso como insobornable.
Autor | Pieza |
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Felix Mendelssohn
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La primera noche de Walpurgis, op. 60 [34’]
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Hector Berlioz
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Sinfonía fantástica, op. 14 [49’]
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