Pocas obras parecen tan ligadas a su tiempo como Wozzeck. Que Alban Berg, con 29 años, asistiera en Viena a la representación de la obra homónima de Georg Büchner, el 5 de mayo de 1914, tuvo algo de premonitorio: meses antes del estallido de la Primera Guerra Mundial, la historia de un soldado aplastado por la miseria y la violencia resonaba como un presagio de la catástrofe inminente.
Estrenada en Berlín en 1925, bajo la dirección de Erich Kleiber, la ópera tardó aún cinco años en llegar a la conservadora Viena. Más que un drama social o un alegato antibelicista, Wozzeck es un descenso a los abismos de la condición humana, plasmado en una partitura en la que resuenan, desencajados y desfigurados, los ecos de una tradición musical centenaria. Esta obra capital de la ópera del siglo XX abrirá la línea temática El mundo de ayer, inspirada en la obra homónima de Stefan Zweig, como reflejo de un tiempo que, sin saberlo, se asomaba a su propio precipicio.
Autor | Pieza |
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Alban Berg
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Wozzeck (ópera en versión concierto) [90’]
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